Dani Alves, en su momento más crítico: activan el protocolo por riesgo de suicidio

Un excompañero de celda de Alves reveló que el brasileño fue sometido a un protocolo anti suicidio en la cárcel Brians 2 de Barcelona, tras su reciente juicio.

Hace apenas unos años, el nombre de Dani Alves resonaba en los estadios más prestigiosos del fútbol mundial como sinónimo de excelencia. Había vuelto al FC Barcelona para empezar a cerrar su exitosa carrera con broche de oro. Sin embargo, hoy la realidad del aún jugador brasileño es completamente distinta. Tras ser acusado de violar sexualmente a mujer de 23 años a finales del 2022, Alves atraviesa momentos de angustia y desesperación en la cárcel, sumido en un torbellino de revelaciones impactantes que han sacudido los cimientos de su vida.

Las noticias sobre la situación del defensor han salido a la luz a través del programa Fiesta del canal Telecinco, España. Según las declaraciones de un excompañero de celda, Alves habría sido sometido a un protocolo anti suicidio en la cárcel Brians 2 de Barcelona tras su reciente juicio, reflejando un profundo estado de desánimo y desesperación por parte del futbolista.

Este protocolo, diseñado para prevenir posibles atentados con la vida propia, incluye una serie de medidas extremas que van desde evaluaciones constantes del estado de ánimo hasta restricciones de movilidad y programas de apoyo psicológico. Sin embargo, estas medidas no han logrado aliviar la carga emocional que Alves enfrenta en estos momentos.

Además de las revelaciones sobre su estado emocional, se han difundido informes sobre presuntos planes de fuga de Alves a Brasil en caso de obtener libertad provisional. Un excompañero de prisión, identificado como Coutinho, ha informado sobre las intenciones del futbolista de regresar a su país natal, lo que ha generado preocupación en las autoridades judiciales.

La Fiscalía ha destacado los elementos de riesgo que persisten en el caso de Alves, incluida su situación económica y la falta de un convenio de extradición con Brasil, lo que aumenta el peligro de una posible fuga. Mientras tanto, el juicio de Alves por acusaciones de agresión sexual continúa su curso, con la Fiscalía solicitando una condena de 9 años de cárcel.

En su defensa, Alves ha negado rotundamente los cargos en su contra y ha presentado su versión de los hechos. No obstante, el testimonio de la víctima y otros testigos durante el juicio han arrojado nuevas luces sobre el caso, dejando en suspenso el destino del futbolista.

La abogada de Alves, Inés Guardiola, está solicitando la absolución de su cliente ante la Audiencia de Barcelona. Su argumento se basa en que no es cierto que Alves haya cometido abuso sexual. Fuentes vinculadas con el caso indicaron al medio brasileño UOL que el jugador planea declarar que no era consciente de sus acciones, mientras se encontraba en el establecimiento nocturno.

En caso de que se confirme la alteración de su testimonio, esto constituiría el quinto cambio de versión desde que comenzó el caso. “La estrategia de los abogados defensores del jugador será decir que Alves estaba borracho y no recuerda lo ocurrido en la discoteca Sutton”, señalaron en el medio brasileño.

En el análisis de las cuatro versiones previas, el medio resalta las contradicciones en los testimonios de Alves, quien primero negó y luego afirmó conocer a la víctima, presentando argumentos contradictorios en varias ocasiones. Según la información de la agencia EFE, este nuevo cambio en el testimonio del jugador brasileño representa una adición a la serie de modificaciones en su relato.

Inicialmente, Alves declaró que no conocía a la joven. Más tarde admitió que la conocía en la discoteca, aunque aseguró que no tuvo ningún encuentro con ella. Posteriormente, sostuvo que la joven le practicó sexo oral de manera consensuada. En su última declaración, Alves reconoció por primera vez haber mantenido relaciones sexuales vía vaginal con la víctima.

El futbolista afirmó que estas fueron consensuadas y que anteriormente había mentido para ocultar una infidelidad a su esposa, Joana Sanz. Este cambio añade más complejidad al caso y genera interrogantes sobre la consistencia de la narrativa del jugador.

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