Selección peruana: ¿qué tan urgente es ‘rejuvenecer’ el universo de Fossati para las Eliminatorias


Selección peruana: ¿qué tan urgente es ‘rejuvenecer’ el universo de Fossati para las Eliminatorias

A nivel de Sudamérica, la selección peruana es la segunda con mayor promedio de edad después de Chile, con una media de edad de 28.07, mientras que Uruguay posee un promedio de 25.19.

En la última conferencia de prensa que dio Jorge Fossati, el técnico de la Selección Peruana hizo hincapié en el número limitado de cupos que tendrá su lista final (hasta 23 jugadores), de cara al próximo certamen continental, que se celebrará en Estados Unidos del 20 de junio al 14 de julio. Además, señaló la importancia que tendría dicho certamen, ya que tiene “la firme convicción que en esta Copa América sacaremos un plantel muy fuerte para encarar las Eliminatorias”. Sin duda, un torneo crucial para dejar atrás los malos resultados y, con ello, apuntar a repuntar en las Eliminatorias. Pero, ¿tenemos el capital humano para llegar en óptimas condiciones hasta la última fecha premundialista?

Si echamos un vistazo a las delegaciones sudamericanas, hay un denominador común: el promedio de edad varía entre 25 a 26 años. Solo Argentina, Paraguay, Perú y Chile tienen un promedio etario de 27 años a más (y en ese orden), por lo que toca plantear la pregunta de cada año: ¿Cómo va el proceso del recambio generacional? Si bien con Fossati se tuvo la incorporación de más juveniles al plantel mayor, lo cierto es que se trata de un camino largo, el cual sigue presentando muchas trabas en nuestro país.

Para tener un panorama de los cambios que se tienen por hacer, es preciso conocer cómo llegó la ‘blanquirroja’ a las manos del estratega uruguayo. En la última convocatoria de Juan Reynoso, estuvieron la mayoría de los nombres que vimos en la lista de Fossati (incluyendo a Paolo Guerrero, Oliver Sonne, Joao Grimaldo, entre otros), pero con algunas variaciones. De aquella nómina resaltan Carlos Zambrano, Pedro Aquino, Yoshimar Yotún, Alejandro Duarte, quienes si revisamos su promedio de edad pasan los 30 años.

Claro que con el llamado de Grimaldo, así como el de Piero Quispe, Franco Zanelatto, entre otros, se logró tener un promedio de 28.20 a nivel sudamericano, este sigue siendo alto. Con Fossati tampoco es que haya variado mucho, pues -pese al llamado de Erick Noriega, José Rivera, incluso, de Diego Romero- el promedio solo bajó décimas a 28.07. Esto, evidentemente, debe mejorar, si se apunta a las Clasificatorias mundialistas, en especial, porque acaban en el 2025 (con repechaje, inicios del 2026). Entonces, ¿qué falta?

Para comenzar a trabajar en el recambio generacional, primero se debe apuntar a las divisiones menores de los clubes, para así tener una cantera amplia de talentos, que permita apostar a futuro a ver quiénes se perfilarían a vestir la bicolor. Aunque en un reciente convenido entre la Federación Peruana de Fútbol (FPF) y la empresa privada se apostó por el desarrollo de torneos de menores a nivel nacional, lo cierto es que hay mucha de la responsabilidad también en los clubes deportivos.

Si miramos el torneo local, muy pocas instituciones poseen divisiones menores. En la capital figuran Alianza Lima, Universitario de Deportes, Sporting Cristal, como los más dedicados a ello (sin contar a otros clubes que, aún en Liga 2 desarrollan el fútbol formativo, como Cantolao, Universidad San Martín, entre otros). Sin embargo, cuando tocó prestar a juveniles para el Preolímpico Sub-23 a inicios de este año, la Unidad Técnica de Menores de la FPF, comandada por José del Solar, solo pudo contar con chicos de la Sub-20 y menores, a excepción de Noriega y Romero.

Esto generó indignación, tanto al comando técnico de Fossati como de ‘Chemo’. Incluso, en una reciente declaración del estratega peruano, sostuvo que “si los clubes siguen sin prestarnos a sus jugadores, me voy para mi casa. Así de sencillo y claro. No estoy dispuesto a aceptar lo que pasó en el Preolímpico”. La única manera de que realmente la Selección Peruana pueda contar con jugadores juveniles es si los clubes y la FPF trabajan de manera conjunta, ¿pero cómo?

Es innegable que las canteras de algunos los clubes están dando frutos. Uno de los casos más recientes es el de Piero Quispe, quien ahora sobresale en Pumas UNAM en la Liga MX de México, tras formarse en Universitario. Kluiberth Aguilar es otro juvenil que va construyendo su camino en la segunda división de Bélgica, luego de arrancar con Alianza Lima. Si bien este último aún no es llamado por Fossati, de convocarlo, él solo tampoco podría sacar adelante un resultado positivo para el equipo de todos.

De aquí la importancia de la formación de talentos a gran escala, lo cual implica una inversión, pero que se puede recuperar en el mediano o -incluso- corto plazo. Los canteranos ven a la selección nacional como una vitrina importante de exposición internacional, lo que a su vez llama la atención de los cazatalentos, llegando también a generar acuerdos económicos para los clubes. Este ciclo autosostenibilidad es un modelo de negocio que manejan otros clubes en el mundo (Independiente del Valle es uno de ellos en Ecuador).

A simple vista, el modelo se vende por sí mismo, aunque la realidad en Perú golpea de diferentes frentes: baja inversión, búsqueda de la rentabilidad inmediata, poco apoyo del ente máximo, incluso, centralización. Si a esto se suma que en el campeonato local ya no es obligatorio sumar en la bolsa de minutos y que el Torneo de Promoción y Reservas no otorga mayor presión a los clubes, pues se pierde la visión a futuro, dejando en evidencia la necesidad de resultados inmediatos. De continuar así, las Eliminatorias solo se pondrán cuesta arriba.

Fuente: Depor